Mantener la presión adecuada en los neumáticos es fundamental para tu seguridad, y es que mantienen el coche en contacto con el asfalto. La presión de inflado correcta proporciona un mejor control sobre el coche y optimiza su comportamiento, su estabilidad y reduce la distancia de frenado.
También mantiene la temperatura adecuada en los neumáticos, evitando así el peligro de un reventón. Además, te sale más barato llevar las ruedas con la presión adecuada, porque se desgastan menos y consumen menos combustible.
Si llevas unos neumáticos demasiado inflados o demasiado poco, además de hacerte gastar más gasolina, hacen que cueste más llevar el coche y que emita mucho más CO2.
Deberías revisar la presión al menos una vez al mes y cuando los neumáticos estén fríos (cuando están calientes dará una presión más alta), teniendo cuidado que el resultado que te de la presión sea el mismo que te indica el fabricante de tu coche. También debes verificar los neumáticos antes de un viaje de larga distancia, para asegurarte que estén en perfectas condiciones.
Cuando los neumáticos tienen demasiado aire…
Los neumáticos absorberán los baches e irregularidades con mayor dificultad, afectando al confort en la conducción, ya que el coche tendrá menos contacto con la carretera. Esto puede generar un desgaste irregular y daños en la estructura del neumático, haciendo que los tengas que cambiar antes de tiempo.
Cuando los neumáticos no llevan aire suficiente…
La temperatura en el interior del neumático aumenta significativamente, lo que hace que la carcasa interior se debilite y se produzcan daños. El lateral del neumático se desgastará más de lo normal, y es muy fácil que pierdas el controldel coche en cualquier situación.
Dónde ver qué presión debes llevar en los neumáticos
Para saber la presión que deben llevar las ruedas de tu coche consulta el manual o busca las placas situadas en la puerta del conductor, en la guantera o en la tapa del combustible.
Mantener la presión adecuada en los neumáticos es fundamental para tu seguridad, y es que mantienen el coche en contacto con el asfalto. La presión de inflado correcta proporciona un mejor control sobre el coche y optimiza su comportamiento, su estabilidad y reduce la distancia de frenado.
También mantiene la temperatura adecuada en los neumáticos, evitando así el peligro de un reventón. Además, te sale más barato llevar las ruedas con la presión adecuada, porque se desgastan menos y consumen menos combustible.
Si llevas unos neumáticos demasiado inflados o demasiado poco, además de hacerte gastar más gasolina, hacen que cueste más llevar el coche y que emita mucho más CO2.
Deberías revisar la presión al menos una vez al mes y cuando los neumáticos estén fríos (cuando están calientes dará una presión más alta), teniendo cuidado que el resultado que te de la presión sea el mismo que te indica el fabricante de tu coche. También debes verificar los neumáticos antes de un viaje de larga distancia, para asegurarte que estén en perfectas condiciones.
Cuando los neumáticos tienen demasiado aire…
Los neumáticos absorberán los baches e irregularidades con mayor dificultad, afectando al confort en la conducción, ya que el coche tendrá menos contacto con la carretera. Esto puede generar un desgaste irregular y daños en la estructura del neumático, haciendo que los tengas que cambiar antes de tiempo.
Cuando los neumáticos no llevan aire suficiente…
La temperatura en el interior del neumático aumenta significativamente, lo que hace que la carcasa interior se debilite y se produzcan daños. El lateral del neumático se desgastará más de lo normal, y es muy fácil que pierdas el controldel coche en cualquier situación.
Dónde ver qué presión debes llevar en los neumáticos
Para saber la presión que deben llevar las ruedas de tu coche consulta el manual o busca las placas situadas en la puerta del conductor, en la guantera o en la tapa del combustible.