- En una ciudad como París, con 2,5 millones de coches, se podrían generar casi 3.000 toneladas de óxigeno y absorber más de 4.000 de dióxido de carbono al año.
Se llama 'Oxygene', y es el último prototipo de neumático de Goodyear. Está fabricado en impresoras 3D con polvo de neumáticos reciclados, y lleva musgos vivos creciendo en su interior.
La banda de rodadura absorbe al humedad de las carreteras e inhala CO2 (dióxido de carbono) del aire para alimentar al musgo, que mediante la fotosíntesis libera oxígeno. Goodyear indica que en una ciudad como París, con 2,5 millones de vehículos, esto significaría generar casi 3.000 toneladas de oxígeno y absorber más de 4.000 de dióxido de carbono por año.
Además, es capaz de generar la energía necesaria para alimentar los componentes electrónicos que equipa, así como la luz de luz que lleva en el flanco del neumático y que cambia de color, advirtiendo de las maniobras del vehículo, como cambios de carril o frenadas.
También se conecta al Internet de las cosas para intercambiar datos con otros vehículos y con las infraestructuras.
Fuente: Revista DGT
- En una ciudad como París, con 2,5 millones de coches, se podrían generar casi 3.000 toneladas de óxigeno y absorber más de 4.000 de dióxido de carbono al año.
Se llama 'Oxygene', y es el último prototipo de neumático de Goodyear. Está fabricado en impresoras 3D con polvo de neumáticos reciclados, y lleva musgos vivos creciendo en su interior.
La banda de rodadura absorbe al humedad de las carreteras e inhala CO2 (dióxido de carbono) del aire para alimentar al musgo, que mediante la fotosíntesis libera oxígeno. Goodyear indica que en una ciudad como París, con 2,5 millones de vehículos, esto significaría generar casi 3.000 toneladas de oxígeno y absorber más de 4.000 de dióxido de carbono por año.
Además, es capaz de generar la energía necesaria para alimentar los componentes electrónicos que equipa, así como la luz de luz que lleva en el flanco del neumático y que cambia de color, advirtiendo de las maniobras del vehículo, como cambios de carril o frenadas.
También se conecta al Internet de las cosas para intercambiar datos con otros vehículos y con las infraestructuras.
Fuente: Revista DGT