Networking.
La relación con tus compañeros no solo te servirá para sumar nuevos amigos con los que salir a tomar el café durante el descanso sino que además es una magnífica oportunidad de establecer contacto directo con personas con mismos intereses. ¡Amplía tu red de contactos!
Laboratorio de ideas.
La resolución de problemas, dudas y por supuesto la creación de proyectos serán situaciones mucho más enriquecedoras que cuando has de enfrentarte a ellas tú solo. ¡Apuesta por el trabajo en equipo!
Ser social y enriquecimiento personal.
La eliminación de las barreras físicas para consumir conocimiento desde nuestros dispositivos electrónicos es una enorme ventaja, pero es una experiencia que viviremos solos. Somos animales sociales. Más allá del propio contenido del curso existen ciertas materias que nunca deberíamos obviar, pues de su desarrollo depende en gran medida nuestro éxito como profesionales. El contacto personal con tus profesores y resto de alumnos te enriquecerá como profesional y te ayudará a desarrollar tus habilidades personales.
Fuera brecha tecnológica.
Es bastante habitual presuponer que el nivel de conocimiento en el funcionamiento de herramientas y plataformas digitales es común, y sin embargo, a menudo es una barrera de acceso importante a la hora de decidir hacer un curso online. Con la formación presencial esta barrera desaparece ya que los conocimientos técnicos no suelen ser tan exigentes.
Exigencia.
No vamos a obviar que sacar tiempo supone, en muchas ocasiones, hacer encaje de bolillos pero ¿has pensado en el grado de compromiso que te exigirá un curso online? Vale, no tendrás que desplazarte a ninguna parte pero precisamente por esta flexibilidad tu nivel de exigencia personal puede ser mucho mayor. De nada sirve que puedas acceder a tu curso desde la comodidad de tu casa si después abandonas a la segunda semana.
Motivación y compromiso.
A colación del punto anterior piensa ahora en la responsabilidad de la formación. En el caso de la formación online está fundamentalmente en manos del alumno, es decir, nosotros como alumnos adquirimos un compromiso al que tal vez no estemos muy acostumbrados y no sepamos cómo gestionar. Una mejor gestión del tiempo suele ser una de nuestras asignaturas pendientes. ¿Qué consecuencia tiene esto? Tener dificultades para focalizar u ordenar prioridades e incluso tareas a lo largo del día nos generará frustración. Perderemos la motivación y lo más probable es que abandonemos nuestro curso. Las propias características de la formación presencial nos “obligará” a gestionar mejor nuestro tiempo y el hecho de compartir este compromiso con más personas hará crecer nuestra motivación con la formación.
Desconexión.
No me refiero a la desconexión digital sino a entender el tiempo que inviertes en formarte a través de un curso presencial como un momento para el enriquecimiento personal. Abandona la idea de formarte por obligación y hazlo por puro placer. Busca cursos en la temática que más te motive, aquella en la que siempre has querido profundizar e invierte tiempo en ella. Convertirás este aprendizaje en el mejor momento del día.
Fuente: Femxa
Networking.
La relación con tus compañeros no solo te servirá para sumar nuevos amigos con los que salir a tomar el café durante el descanso sino que además es una magnífica oportunidad de establecer contacto directo con personas con mismos intereses. ¡Amplía tu red de contactos!
Laboratorio de ideas.
La resolución de problemas, dudas y por supuesto la creación de proyectos serán situaciones mucho más enriquecedoras que cuando has de enfrentarte a ellas tú solo. ¡Apuesta por el trabajo en equipo!
Ser social y enriquecimiento personal.
La eliminación de las barreras físicas para consumir conocimiento desde nuestros dispositivos electrónicos es una enorme ventaja, pero es una experiencia que viviremos solos. Somos animales sociales. Más allá del propio contenido del curso existen ciertas materias que nunca deberíamos obviar, pues de su desarrollo depende en gran medida nuestro éxito como profesionales. El contacto personal con tus profesores y resto de alumnos te enriquecerá como profesional y te ayudará a desarrollar tus habilidades personales.
Fuera brecha tecnológica.
Es bastante habitual presuponer que el nivel de conocimiento en el funcionamiento de herramientas y plataformas digitales es común, y sin embargo, a menudo es una barrera de acceso importante a la hora de decidir hacer un curso online. Con la formación presencial esta barrera desaparece ya que los conocimientos técnicos no suelen ser tan exigentes.
Exigencia.
No vamos a obviar que sacar tiempo supone, en muchas ocasiones, hacer encaje de bolillos pero ¿has pensado en el grado de compromiso que te exigirá un curso online? Vale, no tendrás que desplazarte a ninguna parte pero precisamente por esta flexibilidad tu nivel de exigencia personal puede ser mucho mayor. De nada sirve que puedas acceder a tu curso desde la comodidad de tu casa si después abandonas a la segunda semana.
Motivación y compromiso.
A colación del punto anterior piensa ahora en la responsabilidad de la formación. En el caso de la formación online está fundamentalmente en manos del alumno, es decir, nosotros como alumnos adquirimos un compromiso al que tal vez no estemos muy acostumbrados y no sepamos cómo gestionar. Una mejor gestión del tiempo suele ser una de nuestras asignaturas pendientes. ¿Qué consecuencia tiene esto? Tener dificultades para focalizar u ordenar prioridades e incluso tareas a lo largo del día nos generará frustración. Perderemos la motivación y lo más probable es que abandonemos nuestro curso. Las propias características de la formación presencial nos “obligará” a gestionar mejor nuestro tiempo y el hecho de compartir este compromiso con más personas hará crecer nuestra motivación con la formación.
Desconexión.
No me refiero a la desconexión digital sino a entender el tiempo que inviertes en formarte a través de un curso presencial como un momento para el enriquecimiento personal. Abandona la idea de formarte por obligación y hazlo por puro placer. Busca cursos en la temática que más te motive, aquella en la que siempre has querido profundizar e invierte tiempo en ella. Convertirás este aprendizaje en el mejor momento del día.
Fuente: Femxa